EL FENÓMENO AVATAR: cómo la SAGA de JAMES CAMERON ha conquistado el mundo del entretenimiento / REPORTAJE

 • Estrenada en 2009, Avatar se convirtió en la película más taquillera de la historia por su revolucionaria tecnología y el éxito entre el público.

• Su secuela, Avatar: El sentido del agua, ha vuelto a hacer historia económica. Sin embargo, no ha tardado en generar un debate sobre el origen de la popularidad de esta saga.


Cartel promocional de “Avatar: El sentido del agua” en Cineápolis, Sevilla.


Es viernes, 17 de febrero de 2023. Es el estreno de Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, 

la nueva y esperada película del Universo Marvel, la franquicia cinematográfica más 

taquillera de todos los tiempos. Más de un centenar de aficionados se agolpan ante las 

puertas de Cineápolis a la espera de que se abra la sala uno. El público se distingue joven 

en su mayoría, y en la sala se oye el murmullo de aquellos que comentan el devenir de la saga. 

Las expectativas parecen elevadas. 

Sin embargo, al fondo de los cines, cerca de las pocas salas donde aún se proyecta en 

tres dimensiones, un público distinto espera con paciencia. Hay mayor variedad de 

edades y no parecen tan revueltos. Han pasado dos meses desde el estreno de la nueva 

Avatar, suficiente tiempo para eliminar de la cartelera a cualquier otra película. No obstante, 

las cuatro o cinco familias que están a punto de entrar a ver lo nuevo de Cameron corroboran 

un hecho inaudito en la historia del cine. 

El pasado diciembre se estrenó en las salas de todo el mundo Avatar: El sentido del agua

la secuela de una película que revolucionó la industria hace ya catorce años. Ha hecho 

falta esperar más de una década, todo ello debido al complejo desarrollo de CGI

(Imagen Generada por Ordenador) y al rodaje conjunto de las cinco secuelas que 

integrarán la saga de James Cameron. Este ambicioso proyecto es uno de los más 

costosos de la historia del cine, y solo esta segunda entrega ha costado entre trescientos

cincuenta y cuatrocientos millones de dólares según The Hollywood Reporter. No 

obstante, habiendo recaudado más de dos mil doscientos millones hasta la fecha 

según TaquiBox y con aún más recorrido en taquilla por delante, se estima que la 

producción está siendo, con creces, rentable. 

Ambas entregas se cuentan entre las más exitosas de la historia (primera y 

tercera respectivamente), lo que coloca la saga Avatar a la altura de otras 

como Star Wars, Harry Potter o Marvel. Sin embargo, hay algo que la diferencia

de todas estas: no cuenta con un bagaje histórico o cultural ni es la adaptación 

de ninguna obra emblemática. El rotundo éxito de estas películas en un momento 

en el que las secuelas y los remakes copan las carteleras da que pensar, y la comunidad 

cinéfila no ha tardado en sacar sus propias conclusiones. 


Listado de las películas más taquilleras de la historia, entre las que se cuentan ambas entregas de la saga “Avatar”. Wikipedia.


Cris Teba, fanático del cine de acción y aventuras, se pregunta por qué una saga como Avatar ha logrado superar en popularidad a otras de mayor recorrido como Star Wars. “Creo que, para la primera parte, poder verse como película individual desconectada de un gran universo y que traía efectos novedosos sirvió como atracción para mucha gente. De la misma manera que Star Wars: Una Nueva Esperanza lo fue en su día”, explica al tratar de entender su éxito entre el público general. “Vi Avatar en 2009 y estuvo bien, me gustó sobre todo por los animales pero más allá de eso no creo que sea para tanto. Ni siquiera recuerdo el nombre de un solo personaje y la trama era literalmente Bailando con lobos pero con tecnología de Alien”. 

Muchos cinéfilos comparten la opinión de Cris, destacando el apartado visual pero con contundentes críticas contra todo lo demás. “Aunque llevado a la ciencia ficción de la mejor manera posible, tiene ese argumento tan manido de colonos contra indígenas. Digo manido porque bebe de la cultura western de hace décadas”, cuenta el escritor cartagenero de fantasía Jorge Eloy, que atribuye el éxito de la saga a un tropo habitual en la historia del cine. “Es algo con lo que el público se identifica porque lo conoce del mundo real”. 

Por mucho que las cifras económicas sitúen a la saga más alto que ninguna otra, la crítica de los aficionados habituales no parece tan positiva. Al preguntar por su opinión a Kaulso de la popular cuenta de Twitter Kauldi Gilibert, la respuesta fue: “Salí algo disgustado del cine porque me esperaba otra cosa. Los años pasaron y se me caía cada vez más, incluso diría que me volví hater, no llegaba a verle la gracia”. Kaulso destaca los efectos especiales como el punto fuerte de la película, cosa en la que parece haber unanimidad, aunque afirma que no suele disfrutar el 3D por las gafas. “Además, que fuera la peli que más había recaudado en la historia como que me enfureció más”, añade mientras ríe. 

Respecto a la secuela, Kaulso continúa: “Cuando ya salió tras tanto retraso el diciembre pasado pues… nada, que casi me duermo en el cine. Me pareció que estaba muy mal escrita y ejecutada, con escenas que casi parecía que se repetían a posta. Como si fuera una película de hace diez años”. Además, coincide en una de las críticas más generalizadas por parte de la comunidad: el guion “parece reciclado de la anterior”. 

“Cameron parece dispuesto a hacer una película animada, con actores, sí, pero al final casi el noventa por ciento de lo que se ve no es nada real. De estas pelis que ni matan ni engordan y cuyo éxito es más artificial que otra cosa”. Aun así, Kaulso afirma que su familia tiene una opinión diferente a la suya. “Me acompañó mi tío que estaba ilusionado porque era fan fatal de Cameron”, dice y, entre risotadas, añade: “Además, vino mi madre y ella, en cambio, salió encantada de la peli”.

Curiosamente, la presencia familiar se repite en muchos de estos casos. A pesar de su descontento personal, Cris Teba también afirma que su madre quedó maravillada con Avatar: El sentido del agua. “Es una película puramente familiar, para que la puedan disfrutar hasta los mayores”, dice antes de traer a su madre. Al preguntársele sobre la película y sus aspectos favoritos, Rocío (madre de Cris) responde: “Me gustaban los escenarios, la naturaleza, que todo fuera tan colorido y relajante. También me gustó mucho la trama porque es muy actual, de salvar el planeta”. Al escuchar eso, Cris le pregunta “¿pero no es lo mismo que Pocahontas?”, y ella responde “no, no es lo mismo. Además, el mensaje es muy necesario y tiene razón”. 

Aquellos que no se consideran aficionados de la ciencia ficción ni espectadores asiduos suelen coincidir con la opinión de Rocío. Tal es el caso de su amiga María José Jiménez, que de nuevo recurre al argumento de “es bonita”, aunque esto no se reduce a personas de mediana edad. Andrea Estévez, estudiante universitaria, comenta que le gustó “lo visual, el mundo y cómo estaba hecha el agua”. Esta focalización del espectáculo está presente en prácticamente todas las respuestas de los no habituales, y, según encuestas realizadas vía Twitter, más del noventa por cierto coincide en que los efectos y la construcción de mundo son los aspectos más destacables de la película. Sin embargo, apenas hay opinión respecto a todo lo demás por parte del colectivo mayoritario. 


Póster oficial de “Avatar: El sentido del agua” visto en la tienda sevillana Edición Limitada.


Según la fanática de la saga Sara Campillo, “los que somos fans de la primera esperábamos

mucho, y para haber esperado trece años se queda muy corta. El guion es muy pobre, 

pero es visualmente maravillosa y la gente normal se conforma con eso”. Sara gesticula 

con decepción y explica que le cuesta entender su éxito. Aun así, cree que puede tener 

una explicación social relacionada con el mundo en constante cambio de la actualidad.  

“La gente a la que le gusta es gente que se traga cualquier cosa. Le he preguntado a 

mucha gente que conozco, amigos y familiares, y todos salieron contentos sin más. 

No ven más allá, se quedan con lo superficial”. 

La realidad del siglo XXI está sometida a millones de estímulos durante cada segundo, 

un proceso de cambio que extingue modas y proclama otras nuevas en cuestión de días. 

El predominio de lo visual está presente en aspectos como la publicidad o las propias 

páginas de Internet, y no es de extrañar que se esté convirtiendo también en la 

prioridad dentro de una industria cinematográfica cada vez más digitalizada. En un 

mundo dominado por la superficialidad de las redes sociales y la inmediatez, puede 

parecer lógico que, como dice Sara, “una película tan plana y tan básica pueda 

tener tantísimo éxito”. “Es todo fachada y por detrás está vacía. 

Pero bueno, lo mismo la tercera está mejor”. 


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